lunes, 31 de diciembre de 2007

Fin de año


Findeaño, findeaño...¡Cuan efímero eres findeaño, que apenas duras lo que dura una sóla campanada del reloj!, aunque nos hayamos empeñados que dura doce. Las cosas que pueden suceder en un solo segundo... En tu caso, que desaparezcas. Nuestro caso es algo más complejo. A ver. A unos - muchos, incontables, diría yo - les gustaría estar en tu situación: ¡Plaff!, y desaparecer. A otros, perdurar. A mí ni lo sé, si te soy sincero. Como yo, muchos. El resto, saltar y brincar. Bueno, así fue como sucedió, chispa más, chispa menos, cuando tu antecesor desapareció. Parece, de verdad, que estemos deseando desembarazarnos de tí, con lo bueno que has sido con nosotros. Parece mentira cuando nos hemos estado viendo todos los días, cada día. Inseparables. Y ahora..., ¡que te vayas! La raza humana es desagradecida, comprobado. Mi gato no ve las cosas así. Todavía, a la fecha, nunca me ha preguntado si se me ha olvidado comprar las uvas. Para que tu veas. Pero eso sí, llegará el día que lo haga, si no al tiempo... ¡Ah!, perdón. Cómo puedo hablar del futuro a alguien que está a punto de desaparecer. Ciao y que sigas siendo bueno.
Joao de Lugano