sábado, 13 de junio de 2009

El batallón español (2ª entrega)

Y suspiró hondo, dramático, para la posteridad. Donzer siempre lo hacía todo pensando en la posteridad, un auténtico pelmazo que, por otra parte, nunca acertaba un pronóstico. Se escurría el magín durante horas y horas hasta idear una frase lapidaria, y las soltaba, a veces sin venir a cuento, con la secreta esperanza de que alguna terminase figurando en los libros de Historia. Es de justicia consignar que lo consiguió, tres años más tarde, en Waterloo. Aquello de "Wellington está acabado, Sire. Muy mal se nos tiene que dar", lo dijo él. Fino estratega.

(La sombra del aguila. Arturo Pérez-Reverte)